Destacados / Nacionales · 12/06/2024

Radio Corporación se mantiene al aire, pero se autocensura para sobrevivir

Quienes por años han vivido “pegados” a sus radios oyendo a Radio Corporación hoy se sienten frustrados. La estación emite sonidos, pero no puede reflejar la realidad que vive el país; sus programas hablan cada vez menos de los problemas políticos de Nicaragua y los contenidos críticos ya no existen. La estación como nunca, vive la autocensura.    

La emisora que por años todos conocieron como el “audio de la democracia” empezó a hacer un giro en su línea editorial en agostos del 2021, luego de mantener una posición frontal contra las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a quienes denunció y reclamó justicia y democracia, sobre todo tras las masacres del 2018.   

Uno de los primeros programas privados que canceló la emisora fue Onda Local y Confidencial versión radio, del periodista Carlos Fernando Chamorro en tiempos en que los conductores y propietarios de estos espacios estaban siendo acusados por la Fiscalía del régimen por el presunto delito de lavado de dinero. 

Las acusaciones en contra de estos periodistas y varios políticos iniciaron dos meses antes de realizarse las cuestionadas elecciones de noviembre del 2021, en las que Ortega se proclamó “vencedor”, luego encarcelar a los aspirantes a la presidencia; Cristiana Chamorro, Medardo Mairena, Juan Sebastián Chamorro, Félix Maradiaga, Arturo Cruz, Noel Vidaurre y Miguel Mora, quienes fueron desterrados y desnacionalizados después.  

Población se lamenta 

Marcos González, un trabajador de la construcción de 62 años, habitante del barrio “Domitila Lugo” en la capital, es de los que se levanta oyendo la radio. “La escucho desde los años 80, cuando mi padre la sintonizaba bajito porque si te cachaba escuchándola la guardia sandinista de la época se hacía presente y te echaban preso, igual que ahora”, relató.  

Yo apenas me alistaba para ir al colegio, era un chamaco aun, pero esa fue parte de los que nos dejó a mí y mis cinco hermanos el viejo, crecí escuchando un medio aguerrido, nos daba esperanza porque en mi casa nunca hemos sido de izquierda, si no trabajamos no comemos, decía mi padre, ahora es triste no escuchar a La Corporación como la guerrera a la que todos estábamos acostumbrados, pero está claro que en este país nadie es libre, no los culpo”, comenta.  

Por su lado, Mairana Salmerón de 58 años, habitante de una comunidad del Sauce, León, comentó que es y será fiel a la radio, aunque sabe que ha cambiado su contenido para sobrevivir”. 

Uy no, si ahora no es ni la sombra de lo que fue, pero es  de esperarse porque en Nicaragua solo queda vivir el día a día y entendemos que ellos están así, yo haría lo mismo para sobrevivir”, señala.   

No másCartas de Amor a Nicaragua”

Radio Corporación abre su programación a las 4:00 de la mañana con la voz de su propietario Fabio Gadea Mantilla con las cápsulas “Pinceladas Nicaragüenses”, en la que con ingenio campechano aborda  la cultura y la vida provinciana del pueblo, las costumbres del campesino y la vida en el campo. 

“Pinceladas Nicaragüenses”, es el único espacio que mantiene don Fabio Gadea Mantilla, quien decidió alejarse de la vida política hace más de dos años, luego de suspender sus “Cartas de Amor a Nicaragua”, donde realizaba sus análisis políticos, con su posición democrática y críticas al autoritarismo del partido FSLN

Allegados al empresario radial aseguran que Gadea Mantilla, el también creador de “Los Cuentos de Pancho Madrigal”, tiene  92 años de edad, por lo cual decidió llevar una vida serena, y ante el contexto político que vive Nicaragua, la emisora ya no mantiene una línea frontal en contra del régimen, porque no quieren un cierre.

Son más de 50 años de historia de la radiodifusión nacional, hay que ser prudentes, inteligentes más bien”, dice un periodista de la estación.   

Radio Corporación resistió los ataques de la dictadura de la familia Somoza, la dictadura militar de Daniel Ortega en los años 80 y ahora vuelve a estar en la mirilla de otro poder ejercido por la fuerza, esta vez por el mismo Ortega y su esposa Rosario Murillo.         

Alejados de las notas políticas

Este medio, mantiene cuatro noticieros durante su programación, iniciando a las 5:30 de la mañana con “El Reportero Matinal”, luego “Seis en Punto”, “Doce en Punto” y “Cinco en Punto”. Estos espacios informativos que antes difundieron noticias con sentido crítico, ahora están cargados de temas de carácter internacional y locales de poco interés como sucesos, clima y accidentes de tránsitos. 

Las escasas informaciones de carácter político que abordan, las retoman de los comunicados que emite el régimen a través de sus instituciones, como la Cancillería, el revivido Ministerio del Interior y la Policía. No se contrasta, ni se critica ninguna de esas notas. 

Marcos Medina dirigió el noticiero “Seis en Punto”. En julio del 2023, el régimen a través de Migración y Extranjería le negó la entrada al país, cuando se disponía retornar a Nicaragua, luego de realizar un viaje a los Estados Unidos junto a su familia. A raíz de este acontecimiento, los pocos periodistas que quedaron en la estación, se autocensuraron aún más. 

“Periodismo de sobrevivencia” 

La emisora mantenía una amplia lista de corresponsales departamentales, pero muchos de ellos se exiliaron debido a la persecución del régimen. Los que han quedado, hacen reportes alejados de la crítica al poder local de sus comunidades. 

Debemos estar claros que los comunicadores que  se encuentran dentro de Nicaragua deben practicar un periodismo de sobrevivencia. Lamentablemente es así”, remarcó un periodista bajo anonimato. 

El periodista Sergio Marín Cuernavaca, del espacio digital La Mesa Redonda, sostiene que radio Corporación realizó un amplio trabajo de documentación de la violación de derechos humanos que se cometieron durante las protestas cívicas de abril del 2018, pero señaló que este medio fue silenciado a punto de chantaje y amenazas, al igual que el resto de medios de Nicaragua que opera en señal abierta. 

Sobre estos medios pende la amenaza de perder su licencia para operar. Les mandan cada cierto tiempo revisiones fiscales, y los amenazan con multas y cierre. Es difícil sí, pero es eso, o apagar los transmisores”, advierte el periodista exiliado. 

Sabemos que un día este país será libre, y que la radio volverá con el lenguaje de este pueblo que tanto lo necesita, hasta entonces…paciencia”, recomienda Marín.